lunes, 21 de febrero de 2011

Entrevista en "El ojo interminable"

Un nuevo proyecto editorial –Los detectives salvajes- recupera la palabra de los poetas silenciados por la última dictadura militar. Dos jóvenes poetas de La Plata llevan a cabo este emprendimiento titánico. Revista 2010 dialogó con uno de ellos –Julián Axat- acerca de su trabajo arqueológico y del panorama de la poesía argentina contemporánea.

Por Eduardo D. Benítez


“Si tuviera que asaltar el banco más vigilado de Europa y pudiera elegir libremente a mis compañeros de fechorías, sin duda escogería un grupo de cinco poetas. (…). No hay nadie en el mundo más valiente que ellos. No hay nadie en el mundo que encare el desastre con mayor dignidad y lucidez”.

La mejor banda, Roberto Bolaño




En la novela Los detectives salvajes del escritor chileno Roberto Bolaño, los poetas realvisceralistas Arturo Belano y Ulises Lima recorren parajes inhóspitos tras las huellas de una escritora mexicana desaparecida misteriosamente: Cesarea Tinarejo. Inspirados por ese universo ficcional, Juan Aiud y Julián Axat decidieron homenajear la labor de los héroes de esa novela denominando de la misma manera a la colección de poesía que impulsan y que forma parte de la editorial La talita dorada. Como Lima y Belano, los dos poetas y antólogos platenses deambulan buscando pistas líricas de poetas silenciados por la dictadura genocida de Videla. El trabajo de Juan y Julián –que fueron compañeros en HIJOS La Plata- redobla la apuesta de la novela de Bolaño. O por lo menos la lleva al extremo, haciendo dialogar a Los detectives salvajes con una tarea que se ofrece a la vez como un acto de recuperación de la memoria y una búsqueda de revitalización de la poesía argentina a través de la revisión del pasado. En diálogo con Revista 2010 Axat comenta las raíces relacionales de su trabajo detectivesco y la novela del reconocido escritor chileno: “La experiencia de búsqueda coincide con el “boom Bolaño”, justo en el momento en que salía la novela Los detectives salvajes".

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lunes, 14 de febrero de 2011

Amenzando a Hamlet

Juan Terranova es otro de los críticos que analizó la antología de LDS. Esto dice en los primeros párrafos del extenso artículo que publicó en "El Hipercrítico":

Derivando por las web encontré un breve artículo del narrador chileno Zambra publicado
en el número 65 de la revista peruana Etiqueta Negra. Sintético y socarrón, el texto tiene sus aciertos. Describe, estructurado con una cronología simple, la vida de un poeta arquetípico. A los veinte, la plaqueta y los “poemas largos y sentenciosos”. A los treinta, el semi reconocimiento y las entrevistas. A los cuarenta, el declive y así. “No decidieron ser poetas para tener cuarenta años –escribe Zambra–. De ahora en adelante todo será decadencia. Se han vuelto inofensivos. Es más fácil incluirlos, pedirles prólogos, invitarlos a los recitales y aplaudirlos sin énfasis, respetuosamente.

Los poetas que describe Zambra abundan en Latinoamérica, aunque quizás en Chile sea más alto su porcentaje, más reconocida su voz y más insoportable su presencia. Chile es, para los que no lo saben, la patria de los poetas afectados. Tienen un poeta nacional tan firme y horripilante como puede serlo Neruda y recientemente entraron al siglo XXI con la megaestrella literaria Roberto Bolaño.

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martes, 8 de febrero de 2011

Aquí va un cuento del otro detective salvaje

"El Código Discépolo", por Juan Aiub

En una pequeña libreta de tapas negras y hojas lisas, anoté las direcciones de las casas que habían habitado mis padres desde que decidieron vivir juntos; no fueron muchas, un departamento pequeño y dos casas. En la misma libreta, dejando una hoja en blanco de separación, me propuse elaborar una lista compuesta por posibles lugares para esconder algún objeto o papeles o algo pequeño y de valor. Para esto, además de mi imaginación, necesitaba conocer que lugares podían parecer escondites seguros hace treinta años, necesitaba ver a través de los ojos de quién hubiera ocultado cosas por aquellos días.

Para continuar leyendo el texto de Aiub, haga un click ACÁ

lunes, 7 de febrero de 2011

Reseña a la antología salvaje en Ñ
















Haga "click" en la imagen para leer la reseña de Santiago Maisonnave.

domingo, 6 de febrero de 2011

Benditos los (heroicos) ignotos


Benditos los ignotos,


los que no tienen página


en internet, perfil


que los retrate en facebook,


ni artículo que hable


de ellos en wikipedia.


Los que no tienen blog.


Ni siquiera correo


electrónico, todo


les llega si les llega,


con un ritmo más lento.


Tienen pocos amigos.


No exponen sus instantes.


No desgastan las cosas


ni el lenguaje. Network


para ellos es malla


que detiene la plata de los peces.


Benditos los que viven


como cuando nacieron


y pasan las mañanas oyendo el olmo


que creció junto al río


sin que nadie


lo plantara.


Benditos los ignotos


los que tienen


todavía


intimidad.



Juan Antonio González-Iglesias

Ver VIDEO protagonizado por Bolaño y Porta (aún inéditos), diseñando un proyecto editorial propio.

jueves, 3 de febrero de 2011

Pádua Fernandes


La tarea del antropólogo forense no parece muy diferente a la tarea de algunos poetas. Ya Paul Valéry escribía sobre un inmenso cementerio marino donde está sumergido el cáliz de los versales eternos, también un cuerpo a desenterrar. El poeta Pádua Fernandes, sabueso romántico, sensible al malestar de los fantasmas del aire, detecta un resto óseo recargado de pasado pero latente de futuro posible. Como si en ese gesto, en esa tarea profanatoria se encuentre cifrado el destino de nuestra generación.




Las mandíbulas

I
Las mandíbulas permanecen en el aire

suspendidas por la muerte
encima de la vida

mandíbulas desnudas

ninguna piel las cubre

resta alguna piel entre los dientes
en la comida interminable


II
la sonrisa de la mandíbula
pura

apenas dientes a la vista

viva como la roca después del apedreamiento


III
como si fluctuasen
las mandíbulas permanecen

algunas rotas otras no

aunque con los dientes cerrados
ellas están abiertas para el mundo
y lo muerden


IV
el beso de la mandíbula

no en otra

sino en el aire

que nos rodea

y transmite la caricia seca
del calcio

V
dentro de la mandíbula

alguien vive

ni vos ni yo

la mordida vive
y elige sobrevivientes

VI
maxilares el verbo de la
mandíbula
nos recoge en su discurso

la carie no sobrevive a la mandíbula

el verbo no sobrevive al discurso

VII
El cielo cubierto de mandíbulas
La noche cae sobre la tierra
y los grito de pánico
vienen del cielo y de la tierra

el cielo cubierto de mandíbulas
no hay mas vuelo
las aves se arrastran de un diente a otro
sin encontrar pozo

el cielo cubierto de mandíbulas
se morirá de hambre, y su
esqueleto finalmente sin alas
caerá vivo sobre la tierra:

las mandíbulas continuarán reinando
esperando que otro cielo nazca
y crezca como el cráneo nunca completo

VIII
no se ven más
las mandíbulas; ¿en este aire que sofoca
la posibilidad de la garganta
en este sol que ciega la desintegración del paisaje
en este viento que lleva la materia al destino del polvo

podremos encontrarlas o
serán ellas mismas la imposibilidad de
la garganta, la ceguera integral del paisaje
el polvo como materia del destino

en la ciudad erguida en el espacio entre los dientes?

no se ven más las mandíbulas; ¿tendrán
mordido el aire o la visión?

¿se acabó la posibilidad del paraíso
en las mandíbulas suspendidas?
pero

siempre es posible imaginar
tu mandíbula en fuga de los rigores
a reinventar el cuerpo en el campo minado.
Tienes el arma. Ella te usará.

Antonio Pádua Fernandes

Traducción Lorena Fernández Soto.

El poema en portugués en
http://opalcoeomundo.blogspot.com/2010/12/algo-como-um-poema-as-mandibulas.html