jueves, 27 de febrero de 2014

POEMA A LOS HIJOS DE DESAPARECIDOS QUE DECLARAN ANTE LOS JUECES




Van pasando de a uno

y cada historia es toda la Historia

como cada hijo es todos los Hijos

la mirada del bebé que asiste al desgarro

la caricia que viaja como dolor atrapado al detalle obsesivo

la voz escondida dentro de la Voz

La imposibilidad del testigo ahora redimido sin ser el padre

por la garganta de los hijos

en esa valentía de decir ante los estrados

se juega

la mejor prueba de un futuro

Cuando termina de declarar saluda al juez

Clava los ojos al represor

y los hijos

se abrazan a sus hijos

(el autor de este poema declara el 12 de marzo 2014, en el Juicio del CCD La Cacha)

martes, 25 de febrero de 2014

LA CACHA ARBEIT MACH FREI



Adentro de la Cacha entra el Swift de Berisso
entra Astilleros y el puerto varias fábricas de La Plata y Ensenada
entran y ya no salen obreros militantes trabajadores proletarizados o en proceso de
entran y desaparecen las tomas de 75 y el Lock out del 76 los documentos y volantes
la consciencia y el componente de clase adentro de la Cacha no sale Evita montonera
no salen los sindicatos ni mi padre vestido de grafa renunciando a ser rugbyer
conmigo en brazos juntando las rosas como carne adentro de la Cacha
entra todo el Swift de Berisso entra Astilleros y el puerto…

miércoles, 19 de febrero de 2014

NIÑOS QUE JUEGAN CON MATILDA

Candelaria, Clara, Alexia,
Magdalena, Agustín, Lucrecia…
Son los nombres que juegan
Con mi hija Matilda de 3 años en la playa
Los conoció hasta hoy…
cada día que pasa esos nombres ya no están
¿Cuál será el nombre de mañana?

J. A.

jueves, 13 de febrero de 2014

LA DEFENSORÍA POETICA DE LOS FANTASMAS


Desde el más allá

exigieron un poema

que lleve su nombre



Y solo después

desde el más acá

dejaron de ser espectros

miércoles, 12 de febrero de 2014

MI PATRIA SON MIS HIJAS

Hace más de cien años

mi tatarabuela

imaginó los ojos de mis hijas

viajó en el tiempo

hasta hace pocas noches en una playa

imaginó el cuarzo del universo jugando

a los dados con los ojos de mi tatarabuela

Hace más de cien años

el exilio era perderse y

una barcaza ebria con nosotros y los ojos  

jugados en una playa sin asesinos


J. A.

miércoles, 5 de febrero de 2014

Tu viejo me debe un saco

Por María Ester Alonso Morales

El frío del invierno aprovecha los espacios libres del campo deportivo para 
echar ráfagas de viento que cortan la piel como cuchillos. 
Las columnas que avanzan, cantan como si cantaran la victoria.
– Acheral, Acheral ¡Qué patada en el culo que le dimos al general!

Rolo Diez, Los compañeros


Cuando conocí a Roberto lo primero que dijo a manera de saludo y con una sonrisa en los labios fue: “tu viejo me debe un saco". Me lo dijo en presente y en ese momento no supe que contestarle, pensé que tal vez como hija me tocaba saldar esa deuda, pero no entendí en ese momento a que venia el reclamo. Pensé que era otra excentricidad de los compañeros. Creo que él se dio cuenta de mi irritación y me explicó brevemente que a mi padre le gustaba vestir bien y que usaba su ropa, ropa que por lo visto no le devolvía. Pasó y me olvidé de este comentario. Hasta que años después le comenté a Roberto por mail que había leído el libro de Rolo Diez "Los compañeros", una novela cuyo personaje principal se llama, casualmente, Roberto, un militante del PRT- ERP. El autor comienza la narración con una imagen del Congreso del FAS, Frente Antiimperialista y por el Socialismo, en Rosario en 1974. Le sigue noviembre de 1975: el advenimiento del golpe, las caídas, la derrota, el exilio y todo lo que ya sabemos que pasó. Lo interesante en este libro es para mí cuando el autor habla de Roberto y de Mariana, su compañera; cuando reproduce sus discusiones, sus contradicciones, sus miedos, sus pesadillas, la tensión de cumplir con el partido y al mismo tiempo con la pareja y su hijo. Aporta una visión muy humana, cotidiana y concreta de la militancia. A mí me ayudó a comprenderlos mejor y muchas cosas que pienso hoy las encuentro reflejadas en las palabras de Mariana, la compañera de Roberto, debe ser que coincidimos porque somos mujeres, por nuestra mirada femenina sobre la Historia. El libro también tiene momentos muy divertidos y graciosos. Otros muy duros cuando ellos se sienten cada vez más perseguidos y acorralados. La de los compañeros es una historia triste, muy triste y al mismo tiempo maravillosa.