miércoles, 5 de febrero de 2014

Tu viejo me debe un saco

Por María Ester Alonso Morales

El frío del invierno aprovecha los espacios libres del campo deportivo para 
echar ráfagas de viento que cortan la piel como cuchillos. 
Las columnas que avanzan, cantan como si cantaran la victoria.
– Acheral, Acheral ¡Qué patada en el culo que le dimos al general!

Rolo Diez, Los compañeros


Cuando conocí a Roberto lo primero que dijo a manera de saludo y con una sonrisa en los labios fue: “tu viejo me debe un saco". Me lo dijo en presente y en ese momento no supe que contestarle, pensé que tal vez como hija me tocaba saldar esa deuda, pero no entendí en ese momento a que venia el reclamo. Pensé que era otra excentricidad de los compañeros. Creo que él se dio cuenta de mi irritación y me explicó brevemente que a mi padre le gustaba vestir bien y que usaba su ropa, ropa que por lo visto no le devolvía. Pasó y me olvidé de este comentario. Hasta que años después le comenté a Roberto por mail que había leído el libro de Rolo Diez "Los compañeros", una novela cuyo personaje principal se llama, casualmente, Roberto, un militante del PRT- ERP. El autor comienza la narración con una imagen del Congreso del FAS, Frente Antiimperialista y por el Socialismo, en Rosario en 1974. Le sigue noviembre de 1975: el advenimiento del golpe, las caídas, la derrota, el exilio y todo lo que ya sabemos que pasó. Lo interesante en este libro es para mí cuando el autor habla de Roberto y de Mariana, su compañera; cuando reproduce sus discusiones, sus contradicciones, sus miedos, sus pesadillas, la tensión de cumplir con el partido y al mismo tiempo con la pareja y su hijo. Aporta una visión muy humana, cotidiana y concreta de la militancia. A mí me ayudó a comprenderlos mejor y muchas cosas que pienso hoy las encuentro reflejadas en las palabras de Mariana, la compañera de Roberto, debe ser que coincidimos porque somos mujeres, por nuestra mirada femenina sobre la Historia. El libro también tiene momentos muy divertidos y graciosos. Otros muy duros cuando ellos se sienten cada vez más perseguidos y acorralados. La de los compañeros es una historia triste, muy triste y al mismo tiempo maravillosa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario