Noventistas no-glamour

“Tarde o temprano, será necesario un nuevo
manual de conducción poética”

J. D. Perón
(fragmento de una carta a J.W. Cooke)





Este espacio está dedicado a la justicia poética, a la querella, pues la poesía es (útil o inútil) la guerra por otros medios.


Florida-Boedo
Por Nicolás Prividera


No vuelvas al barrio,
poeta. Nada queda.
Solo niños perdidos
poniendo monedas en las vías.

Cuando se les acaben (como las margaritas
a Frankenstein) podrían usar tu cabeza... Pero
por suerte gozan ahora –según hace constar el gobierno–
de los beneficios de la seguridad social.

Poesía de los ´90
Por Emiliano Bustos

Publicaron tanto los perros perdidos,
los acuosos ecúyeres móngalas, tapados
como mujercitas en un baño turco,
escurriendo grasas y atorando imprentas.
Trompifai dejó abierto su pecho,
unos tiran de su lado izquierdo hawaiano,
otros resoplan su derecha caucásica;
publicaron tanto los perros perdidos, su
alimento balanceado, sus patitas mojadas
en la casa de la vieja. El retazo constante,
el inhumano transfigurado se envuelve de
palabras como nichos, y camina absorto,
el pecho abierto a la escritura automática,
las sienes horadadas por el “petiso orejudo”;
publicaron tanto los perros perdidos. En un
baño turco se esperan, se aprecian, y la niebla
los impregna. Los perros publicadores, mitad
veraniegos, mitad “yo leo en público como
los cadáveres leen en privado”; publicaron
tanto. La poesía se abre paso en la caña hueca
y en el taco reseco de tiza; quién sabe,
la vanguardia potabiliza lo privado y
su escudo, lo hegemónico y su sexo.
Y los perdedores qué, como damitas en
baño turco lamiéndose las heridas, troquelados,
hampones y también mamertos,
del cuartito azul a la vida color de rosa;
paridos por Mary Shelley en una noche
de tormenta. Ah, lelo gárgola, papirolo
no tan luengo como esperabas. Publicaron
tanto los perros perdidos; a veces mi vena
se eriza por los gatos persas de la torre celestial;
pero nada digo de los mustios recitadores,
despellejados citando a Olivari,
retaguardia en manada, revolviendo la basura.
Más tarde o más temprano, a todos
nos toca la perdición, el desamparo. Libélulas
un día, aguantadero otro. Descendemos
del Imperio Romano, como los británicos
de pelo corto, y vamos por la gran
vía guiados por Virgilio impostor, magoya
innombrado. Y así andamos. Como el escarabajo
del alemán fanático, picado por abajo. La
poesía elige su victoria y su derrota, su frente
y su fondo; los perros publican lejos, los gatitos
duermen la siesta almibarados. Para una
rata, para un mirlo, qué es mejor, qué práctica
poética no huele a manutención. Para un poeta,
quién educa. Quién, tribuno métrico, hace la
ley. Todo es Frankenstein Mary Ediciones
Peuser Ledesma Dock Último Reino Siesta
Suri, todo es el romántico pegado. La cuestión es
la camisa el pecho las balas, la cuestión es
con qué cicatrices hacer el mundo.

El Blem de Boedo
Por Demetrio Iramain

Ay poetitas de los noventa que
no contestan los mensajes, teóricos
del dolor de muelas, globalifóbicos en
reunión de consorcio.

Pobre pupo, poetas, qué triste
el objeto de su pena como
maldita pero sin maldad.

Eso: una maldad hipocondríaca,
Alzheimer de juventud, vaca sin mu como
perro perdido que encuentra el hueso
pero buscaba la cola.

Calzate, maldad, que te vas a resfriar.

¿Quién va al muere físico con
sus textos generacionales, pretextos
sin tiempo ni razón?

No quien los escribió.
Qué va, eso nunca.

Poetita debe descansar ahora –dice
el manager-. Última foto entonces.
Pensar el reportaje, pulir
con Blem la respuesta, posar
como un pagano sin fe ante
misterios vedados que nunca,
nunca hemos de saber.

Bases para una temporada en Estación Pringles
Por Leandro Daniel Barret

Podrán presentarse poetas menores (de 35),
con trayectoria certificada con fibra en la frente,
con inscripción: PO_E.T.A. (enviar foto de rostro)
Los elegidos recibirán pasajes de ida y vuelta,
la residencia será de varias semanas encerrados
en habitaciones compartidas;
en un departamento desvencijado de Retiro
(no vale reescribir El Salmón, ni practicar
promiscuidad neobarrosa)

Se colocará a los poetas frente a una postal,
con la foto de las serranías inspiradoras.

Adentrada la noche
se invocará el espíritu de Juanele,
quien comenzará dirigiéndose a las conciencias
poéticas de este modo:
“… es un desafío muy importante para ciertos
espíritus,
vivir con la ciudad, mirando fijo la naturaleza…”


Entonces,
fantasma y paisaje harán lo suyo.
Brotarán versos en Moleskines copiosamente
proveídas,
los que serán receptados para futura publicación.
Los criterios de selección
se basarán en exquisitez artística y espirita.

La joven guardia
Enrique Schmukler

El tormento de ser
“escritor latinoamericano joven”
tormento de ser una repetida
antología rogada por
los chicos que se largaron a escribir
en los noventa;
de formar parte de
la camada de los jóvenes
(de que por la calle te llamen por un subtítulo
tan gastado como elocuente
de un título sin imaginación como:
“Letras ’90”, “Sin futuras letras”, “Jóvenes y
furiosos”);
de que te digan que sos de
los jóvenes narradores latinoamericanos
nacidos
hace treinta años;
y de que ese rótulo se lo cuelguen a todos
porque todos tienen su lugar en una antología
pagada por una multinacional de la edición,
para lavar unos pocos dólares y ya;
todos tienen antología,
y todos tendrán sus exégetas académicos
(reensayando, como esclavos,
en sus moldecillos huecos y azucarados la política
cultural impuesta)
tanto como exégetas críticos de lo actual
sin gravedad ni sustento
pero actual porque
antologado,
porque…
Porque como las viejas posiciones
de los jugadores en la cabeza del D.T.
del otro fútbol
el Editor ha sido anulado
para dar consuelo a la rotativa.


Elogio de la guillotina
Nicolás Prividera

El Comité Literario de Salvación Pública
Decreta:

Cortar un ejemplar –cual si fuera una flor marchita– no es
Cortar los tibios cuellos de los moderados.

Cortar un ejemplar –cual si fuera una flor marchita– no es
Cortar las consagradas cabezas de los vendidos.

Cortar un ejemplar –cual si fuera una flor marchita– ni siquiera es
Cortar cada libro hasta volverlo leña encendida.

Cortar un ejemplar –cual si fuera una flor marchita– es solo recordar que
Cortar es el trabajo de las guillotinas, aún las de papel.

Cortar un ejemplar –cual si fuera una flor marchita– es no olvidar que
Cortar por lo insano es subvertir los límites de cualquier papel.

Cortar un ejemplar –cual si fuera una flor marchita– es como
Cortar una mala racha y hacer saltar por una vez la banca.

Cortar un ejemplar –cual si fuera una flor marchita– y aún espantar al burgués es
Cortar con la complacida muerte de la vanguardia.

Cortar un ejemplar –cual si fuera una flor marchita– es 
Cortar con el libresco historicismo para volver a la incesante Historia.

Cortar un ejemplar –cual si fuera una flor marchita– es 
Cortar la negra sangre de la apatía.

Cortar un ejemplar –cual si fuera una flor marchita– es, por fin,
creer que aún todo es posible.

Pero nunca olvideís, compañeros, que el verdugo debe ser el primero
En arriesgar su cabeza.


en la noche como trinchera una vez más
Jorge Areta


http://elhijodelpoeta.blogspot.com

Salud Compañero Poeta!
                                                                                                                                                        

"no queremos misiles nosotros los peronistas"

(just 5 years old, oh!). 


[Ésta tarde] voy a sentarme
a mirar toda la tarde
como baja el mar nada más.

Y no entiendo bien lo que dicen los iluminados
y me olvidé de cuales eran los ilunministas
y solo me gustó, aclaro, lo que escribieron "algunos" de los colaboracionistas.
No soy cualquier hijo de puta. No.
Alguien tiene que decírtelo: el Hijo del otro Poeta era yo.

y seré el Héroe de los hijos-Poetas, de todos los Santos Poetas Muertos.

ll

Y lo de la Inseguridad podía haber pasado también en Hawaii
pero los pibes eran más bien de por acá
y quisiera, poder secarme de tanto llorar,
y volver hasta acá
"con el dolor suficiente para que valga (Ukelele). La Pena"- escribí una vez (la otra).

La violencia pasa y aún se perdona, pero nunca se olvida, no, no se olvida.

Y aunque soy solo un garantista buscando
la belleza de lo que "no tiene precio"
me gustaría mirar sin capucha
a ese otro gil que me esquivaba
la mirada a patadas, que-va-a-implotar-buscando
la felicidad comprando
lo-que-no-puede-pagar-su-vieja
rabia, su guillotina
automática mi plasma, invisible
ni todo el oro [de mierda*] que se ponen en la tele.

Pero [ésta tarde] voy a sentarme a mirar toda la tarde como baja el mar nada más.


"A las víctimas de la espera"

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Muchacho delaruista
       Leandro Daniel Barret


muchacho delaruista
vos que naciste de un repollo
de la flor-de-la-Nata o del grupo Sushi 
poética siestera, petera o cuasifiestera
lectora lo- perfidia chicago-boys 
remera Mickey en el alma raza 
odio niño proletario devenido peque probador de culo dama ajena 
en las noches Bariloche de tu Palermo holi-fuck-you
cumpas del rugby y del no-glamour Mickey-Gaudio-mal poeta
muchacho delaruista pateando negros
tachos de melitas saliendo a violetar cumpas pebetas por dos pesos 
al bohedo puti club de la trata side-manejadas en Puan por las westes Sarlo 
vos te movías como un pez en el agua en aquellos 90
tu viejo te daba chapa para cualquerismo cipayo
no te da vergüenza aprovecharte... 
de un Leonidas agonizante sin poner a remojo tus patas en la fuente
y de un Quique al que seguías para todos lados
para chuparle la pija y que te ungiera como vastago nihilista 
muchacho delaruista recuerdo 
recuerdo cuando le enseñabas versos a Antonito sin Shakira, 
en tu taller-punctum donde se fraguó-spot “maldita cocaína”
y se tomaban la de la buena con el agulla que te argoya 
y ahora tu queja por la nieve pejotista de conurbano rancio
la que te enfurece, 
el manto nieve mal cortado sobre tu espejo con 
dinners financiada vía Shavelzon & Fontevecchia 
muchacho delaruista, 
solo te queda patotear desde un taller literario
hacer microplolítica deleuzena y mezclar la espiritualidad Moya, Ellroy, Mao,
Quintín y  los Sex Pistols... 
y pelearte con los devenidos Neo-montoneros 
los que editabas en tus tiempos de sushi-siesta
y ahora te traicionan como poetas oficiales puestedos por Gelman y cia
y las “supuestas” 8000 sombras que te persiguen en la noche
en tus sueños Tata Yofre negacionista mal copy-paste dos demonios
le pediste prestada las orejas a m. dios?
son herencia extraña de tu padre?
un fukú Eloisa cartonera-rumbera re-cogida por Evita montonera
Si tu verdadera sangre es plebeya 
muchacho delaruista
entonces devolvela