
Por Julián Axat
1) Imponte la
tarea de escribir un poema diario dentro de la celda. 2) Llena de palabras el
sentimiento y escríbelo pensando que lo haces contra el engome que te
inmoviliza. 3) Llena de intensidad las palabras como si fuesen fierros que
disparan a dónde apuntes. 4) Los poemas deben tener el olor de tu mundo y deben
respirar más allá de la celda y de las paredes que te contienen. 5) Es
necesario escribir la angustia de lo que padeces. 6) Escribe pensando en la
cara de los “gatos”. 7) Piensa, por ejemplo, en la cara del Sr. Gobernador y
sus secuaces que te mantienen engomado. 8) No grites, no insultes, trata de que
las palabras sean menos desafiantes, piensa en un hip-hop, en un rap, en una cumbia
chorra sin estar jalado o zarpado. 9) Desprecia la imagen a la que te
enfrentas, pero no el lenguaje que utilizas, el que debe encontrar una música
en tu interior, sin llegar a los insultos. 10) Pídele explicaciones a la
imagen. 11) Eres todo lo que supones y aun eres mucho más, piensa en la audacia
y no en la locura que te trajo a la celda. 12) Di la primera palabra y vomita
lo que traes adentro, aquello que no le dijiste al abogado o al juez, escríbelo
y trata de que lo que digas o escribas supere la reja que tienes adelante. 13)
la reja es la excusa, la reja no existe, es momentánea, atraviésala con las palabras.
14) Tu condición, tu edad, tu circunstancia no es una disculpa para nada, es
una forma de lucha contra la situación injusta en la que estás. 15) Los
“maestros” que están del otro lado de la reja, no son “maestros”, son
carceleros a los que les debes exigir papel y tinta para escribir, papel a toda
hora. Exige papel a los carceleros como si exigieras que te dejen respirar. 16)
Escríbele cartas a todos: al Sr. Gobernador, a tu abogado, al juez, al
carcelero, al almacenero de tu barrio, a Marcelo Tinelli, a la Presidenta, a la radio,
al diario, a tu novia, a tus viejos, a tus hijos. 17) Alguna de estas cartas
llegará -tarde o temprano- a su destinatario, te sorprenderás. 18) Trata de
juntarte con los otros engomados como vos y escríbeles cartas, pásales las
cartas entre los barrotes, cuéntales en qué estas pensando, a quién le
escribes, qué te trajo hasta acá, y que vas a hacer de tu vida cuando salgas.
19) Júntate con engomados que escriben como vos dentro del Instituto y exígele
al director que edite una revista de poesía, seguro que él, por puro progresismo
hacia afuera, te apoyará. 20) Ten el coraje de irte a la mierda y ten el valor
de regresar. Pero trata de que en ese viaje interno no se repita el recorrido
que te trajo al engome. 21) Eres indispensable como el aire para que el sistema
funcione, sin tu engome no comería el carcelero, el director, el maestro, el
abogado que te defiende, el juez que te encierra, el gobernador que quiere ser
presidente, la tele que te filma y te menciona, la gente que se aburre y te
tiene miedo, el poli que te persigue, los profesores de la facultad que discuten,
el poeta que te refiere; las empresas de alarma y seguridad, y hasta “los
derechos humanos” que pasan de visita. 22) Presta atención al maestro de
escuela que te visita a diario, sigue sus consejos, pero recuerda que la
prolijidad del cuaderno no es lo importante, lo importante es conocer el
alfabeto y articularlo con tus ideas más allá de la reja. 23) Multiplica en el
engome, lo que el maestro te enseña en el aula. 24) Escribe sobre todos los
personajes que viven de tu engome, es una manera de borrarlos de tu mente y
entenderlos en sus distintas lógicas o formas de dirigirte hacia ti. 25) No
habrá “gatos” hasta que no te enfrentes con ellos. Repasa escribiendo todos los
días de tu engome, en un diario de vida o de encierro, un diario de confesión
fantástico y real a la vez, alucinado. 26) Evádete de tu nombre, inventa uno
nuevo. Piensa en el nuevo nombre que tendrás cuando salgas en libertad. 27)
Nunca abandones la escritura cuando salgas. 28) Busca a alguien que publique tu
diario y regálale tu experiencia a los amigos, y a tus futuros hijos. 29) Júntate
con aquellos que no viven en el engome diario, y trata de sacar a aquellos que
todavía viven en él. 30) Tira a la basura estos consejos, por estar cargados de
romántica.