Recuerdo a una María Ester a principios de 2000, compañera de Hijos, eterna militante y buscadora de historias. La recuerdo sonriente en un viaje que hicimos a Neuquén como abogados. Viajamos con otra cumpa, Sofía Caravelos, en solidaridad con los piqueteros encarcelados de General Mosconi. Tenía la misma sonrisa que en la foto. Maria Ester escribe, es -digamos- de la saga de poetas-abogadas. Vive en Hamburgo-Alemania desde hace unos años. Allí conoció a su amor, y ahí tuvo a sus hijos (una niña y un niño). Acá dejo una crónica sobre su vida actual: http://www.eldia.com.ar/edis/20120114/anoranzas-mama-migrante-informaciongeneral0.htm
Por lo demás, no los distraigo, dejo dos escrituras de María Ester. Un poema dedicado a Lucila Ahumada de Inama, víctima de la inundación, abuela de Ramón, otro cumpa de Hijos. También una crónica sobre un encuentro musical en Berlín, en el que se cruzaron un genio musical ecuatoriano y Rafael Correa.
Todos desde los ojos abiertos y sensibles de María Ester.
Todos desde los ojos abiertos y sensibles de María Ester.
Julián Axat
LEER POEMA+CRÓNICA
Gran compañera María Ester. Estuvo cuando había que estar, en los momentos más solitarios y difíciles, y con su tozudez gallega y su joven impertinencia logró extraer algo de justicia de expedientes olvidados. Una pionera. La admiro mucho.
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